Manuela en Revista Pronto (octubre 2OO8)

"De mi novio me enamoraron sus ojitos transparentes"

La malvada de Casi Ángeles dice que está muy lejos de la chica que debutó en Chiquititas. Cuenta que se siente adulta, que maneja su dinero y que, sobre todo, tiene un proyecto de vida junto a su pareja desde hace tres años, el actor Guido Massri.

Todas las tardes, cuando se mete en la piel de la malvada Franka Mayerhold, Manuela Pal (24) se gana la antipatía de los miles de jóvenes que siguen Casi ángeles, la exitosa ficción juvenil que creó Cris Morena. “El año pasado la tira apuntaba a un target más infantil, pero ahora subió la edad. Y los adolescentes la tienen re clara: ‘Sos la mala, pero sabemos que en la vida real sos buena’, me comentan. Así que está todo bien, me dicen que soy divina y hasta me piden autógrafos; al que odian es a mi personaje”, cuenta Manuela, que reconoce estar a gusto en la tira teen. “Me divierto mucho y trabajo con gente linda. Además, sigo juntando personas nuevas para el camino de la vida. Como es un trabajo de muchas horas y días enteros, no sé si terminás siendo amigo de tus colegas. Pero sí hay gente a la que quiero mucho”.

-Con Cris el laburo es full time, ¿llegás agotada a fin de año?
-Sí, pero yo zafé porque no hice teatro. Mientras los chicos trabajaron todas las vacaciones de invierno, yo me rasqué.

-¿Haberte perdido esa experiencia fue un pro o una contra?
-El teatro está buenísimo, pero como gracias a Dios lo viví con Chiquititas, me puedo dar el lujo de descansar. Bah, ahora que lo pienso, mucho no descansé porque me fui a España a estrenar la película Abrígate, que hicimos con Javier Lombardo. Tuve un año movidito, más no puedo pedir.


-¿Tu primer protagónico en cine?
-Claro. Abrígate es mi segunda peli y mi primer protagónico. La rodé en España. Estuve dos meses filmando y el tercero lo destiné para recorrer con Guido, mi novio. Fue una experiencia increíble, inolvidable y un paso enorme en mi crecimiento como persona y como actriz. Mirá qué casualidad: ayer, en el programa que conduce Miguel Jordán en Radio de la Ciudad, le hicieron un homenaje a mi abuelo, Pablo Palitos, y me contaron que la primera peli que filmó en toda su carrera se llamó Palermo. Y mi primer filme fue Palermo Hollywood, ¿no es re loco?


-Sí. ¿Lo conociste a tu abuelo?
-Muy poco. Falleció cuando yo tenía 2 años. Tengo pocos recuerdos, pero lo vi en varias películas, en miles de fotos y a cada rato por Volver. Pero lo tengo presente porque mamá vive hablando de él.

-Es una familia de artistas.
-Sí, pero más allá de eso, son gente simpática, graciosa, con onda. Mi mamá, Graciela, tiene dos hermanas: Carmen, que falleció, y Mery. Las tres querían ser actrices, pero mi abuelo no las de jaba y mi mamá lo logró porque sus hermanas la ayudaron cubriéndola y convenciendo a su padre.

-Volviendo a Casi ángeles, ¿es verdad que se armaron varias parejitas en el elenco?

-¡Uy! Mucho no te puedo contar, porque si no me matan. Pero algo hay; es una edad en la que se van armando parejitas. Me preocuparía si no pasara nada. Disfruto mucho del detrás de escena, cada libreto viene con las correcciones de Cris. Es admirable que una productora como ella, que no para un segundo, se tome el tiempo para corregir palabra por palabra del guión. La fórmula para conseguir el éxito es estar, y Cris está en todos los detalles.

-Trabajaste con ella en Chiquititas hace 12 años. ¿Qué cambió?
-No había pensado que pasó tanto tiempo, ¡qué horror! En mi vida cambió todo: soy grande, pasé la mayoría de edad, manejo mi plata, estoy de novia, tengo proyectos de vida... Ahora, en el modo de laburar con Cris, no cambió nada. Ella sigue siendo igual de genia que siempre.

Cuando Manuela habla de Guido Massri, su novio, se le ilumina la cara. “Estamos muy felices, el noviazgo marcha viento en popa. Ya van tres años y nos sentimos muy bien. ¿Si planeamos convivir? Sí, pero no ya. Hablan mucho más las revistas que nosotros sobre ese tema. Tenemos ganas, pero estamos esperando el momento tanto del país como de nuestro bolsillo para tener nuestro nidito”, dice.

-¿Qué te enamoró de Guido?
-Y... muchas cosas: su sentido del humor, es muy buena persona... y me enamoraron sus ojitos transparentes.


-¿Es el hombre de tu vida?
-Creo que sí. Si no, no tendría planes de irme a vivir con él. Supongo que nos encantará también casarnos, pero no lo pensamos ahora. Lo mismo con el tema de la maternidad: para tener hijos hay que estar preparados, y nosotros no queremos quemar etapas. Un hijo cambia todas tus prioridades, y hoy no tengo ganas de cambiar todo.



Pronto.

Manuela y Graciela en Diario Clarín (Octubre 2OO8)

FAMOSOS EN LA COCINA: GRACIELA Y MANUELA PAL (ACTRICES)

Risotto a cuatro manos

Graciela y Manuela dejaron el escenario por un ratito y se pusieron el delantal para interpretar a dúo un rico plato para festejar el Día de la Madre. ¡Un manjar!

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Ser la hija de un cómico famoso, como el legendario Pablo Palitos, representó sin duda una carga para la actriz Graciela Pal: su padre no quería de ningún modo que siguiera sus pasos en el teatro. "Pero quizás era una pose pour la galerie. El estaba viviendo en España y cuando supo que había empezado a actuar en televisión, en Ritmo y juventud, un programa de Gerardo Sofovich y Dino Ramos, me llamó por teléfono y me pidió que viajara para trabajar con él en una comedia para adolescentes. Mi madre estuvo de acuerdo y me quedé tres años."


'Cómo fue la experiencia?

Buenísima. No sólo porque tuve la suerte de dar mis primeros pasos de la mano de mi papá, sino porque me acercó a la mejor gastronomía española. El era todo un gourmet y me enseñó a saborear unas angulas de locura y ni qué decir de los callos a la madrileña, junto a los mariscos de toda forma y color.


Habrá extrañado eso al volver.

No crean. Mi madre era una andaluza que cocinaba de locura. Entre sus especialidades estaban el gazpacho, los pescaítos fritos y buñuelos de bacalao, que no sé por qué razón ella llamaba soldaditos de Pavia.
Vamos a ver con qué se luce usted. Aquí la convocamos con su hija Manuela. Sabemos que ella también es actriz.
"De tercera generación", dice, orgullosa, la madre. Manuela interviene para contar que debutó en el año 96 en Chiquititas, después trabajó en la película Palermo Hollywood y ahora está en Casi Angeles, por Canal 11.

Además espero el estreno de la película Abrígate, que acabo de filmar en Madrid.


'Y usted, Graciela?


Trabajo por dos. Estoy de gira con la compañía del Teatro Cervantes con la obra Chúmbale, de Oscar Viale, y también participo de Casi Angeles.


Las dos comparten el amor por el espectáculo. 'También por la cocina?


Graciela dice que por haber estado casada tuvo más oportunidades de asomarse a la cocina.
"Pero yo también hago lo mío", interviene Manuela. "Por ahora estoy en el tema tartas, me salen bastante bien."



Preferimos el examen práctico y que demuestren sus habilidades.
De acuerdo, con Víctor Anriquez, chef de La Fornarina, haremos risotto de mariscos.
Sin temor a las lágrimas, Graciela la emprendió valientemente con las cebollas y la colocó en una sartén con aceite de oliva. Cuando se puso transparente, Manuela sumó el arroz y el vino blanco y le fue agregando el caldo, de a poco, mientras madre e hija se turnaban para no parar de revolver. Al cabo de 15 minutos salpimentaron, agregaron los mariscos, el salmón y el azafrán, dejaron que todo tomara color y apagaron el fuego. Por fin, agregaron y mezclaron la manteca.



La comida está lista. 'Con qué la acompañamos?


"Si fuera mediodía, sugeriría agua mineral o gaseosa light", dice Graciela. Pero está cayendo la tarde y a todos nos vendría bien una copa de chardonnay fresco. No hubo oposición.


FELIZ DÍA DE LA MADRE!!
FELIZ DIA GRACIELA! Y gracias por traer a este mundo a Manuelita, que es un sol!!

Recuerdos de la infancia y la adolescencia

** De chiquita, Manu era terrible!! Era tan traviesa, que volvía loca a Graciela.

** Es hija única, así que siempre fue muy mimada.

** De chica, amaba disfrazarse e inventar bailes, para que la aplaudiera su familia.

** Le gustaba salir a patinar y andar en bicicleta con sus amigas.

** Insistía siempre para que su mamá la llevara a las grabaciones, sino, armaba berrinches.

** Cuando estaba en sexto grado, con sus compañeras de curso organizaban fiestas.

** En la primaria, en algunas materias le iba mejor que en otras que las pasaba raspando!Le encantaba Ciencias Naturales, pero Matemáticas, era muuy difícil!

** Con sus compañeras de curso se llevaba muy bien, y cuando se peinaba con dos colitas, le decían "chufa".

** A Manu le hubiera gustado hacer un papel de mala en Chiquititas, porque pensaba que le salía mejor.

** Jimena Piccolo, Laura Vicos, Georgina Mollo, Bárbara Estrabou; eran las chicas del elenco de Chiquititas con las que mejor se llevaba.

** Le gustaba escuchar la música de Ricky Martin!

** En su casa, la mandaban a natación para que se cansara y durmiera de noche! Era híper inquieta.

** Como alumna del Santa Rosa Centro, Manu se llevó materias todo el secundario.

** En 2002 se recibió de Bachiller en Comunicación.

** Casi todos los veranos de su infancia, los pasó en Mar del Plata. Graciela y Manu vivían con Soledad Silveyra y Ana María Picchio.

FELIZ CUMPLE MANU!!! Te keremos y admiramos muchiisimo!

Uy, que decirte Manu que no sepas...

Que los 24 vengan con mucho amor, felicidad, salud, trabajo!!
Ojalá pases un hermoso día y que todos tus sueños se cumplan!!
Gracias por ser la personita preciosa que sos, porque no sólo sos una actriz excelente, que cada día muestra su inmenso talento y nos sorprende a todos, sino que además se notaa lo buena persona que sos, tu simpatía y sencillez , te hacen una persona súper querible, Manu!!

Te quiero y admiro muchísimo desde hace 12 años, y cada día más ♥

***Dulces 24!!

Visitá también el Flog Oficial :http://www.fotolog.com/manuelapal_diosa y si querés, dejá allí también tu saludo para Manu!


Dejen sus mensajitos para la más diosa ★


FLOR!

Manuela en Diario La Nación (septiembre 2OO8)

Mujeres de armas tomar

Los siete pecados capitales son como los mandamientos para estas crueles villanas, que oscurecen la pantalla local.

Cuando aparecen, la música se apaga, las luces se vuelven tenues y las únicas sonrisas que sobreviven son las que se regocijan en la desgracia ajena. Sin ellas, las historias de amor no encontrarían obstáculos; todo sería demasiado fácil para los enamorados y demasiado aburrido para el espectador. Las heroínas y los héroes se ahorrarían muertes, envenenamientos, secuestros, embarazos ficticios y lágrimas, un mar de lágrimas.

Las visten con altísimos tacos aguja que repiquetean dejando un eco oscuro por las costosas mansiones que suelen habitar; las pintan exageradamente, con la boca al rojo vivo y los ojos enmarcados en negro. Sin estas frías estrategas, no habría drama ni podría encenderse la pasión que sólo genera el desencuentro, la pérdida y la tragedia. Por eso es que cada novela dedica una especial atención al tratamiento de la antagonista. Dentro del espécimen de las malvadas, las hay para todos los gustos. Isabel Macedo, Gloria Carrá, Virginia Lago, Manuela Pal y Virginia Innocenti se erigen como los nuevos estereotipos de villanas que destilan odio, ambición, venganza y locura en la pantalla actual. Juntas representan toda la gama de malvadas posibles dentro de sus perversos roles.

La arpía sexy. Serena, el personaje que compone Isabel Macedo en Don Juan y su bella dama -que se transmite por Telefé-, se pasea con poca ropa y con los ojos delineados al estilo de Amy Winehouse buscando, sin tregua y sin escrúpulos, acercarse a Juan (Joaquín Furriel). Para eso acudirá a la herramienta más utilizada por las malvadas: el embarazo.

"La verdad es que estoy más sexy que nunca. A Serena le regalo mi alma y no soy muy consciente de lo desnuda que estoy -dice Macedo sobre su osada malvada, la antagonista de Jose [Romina Gaetani]-. En la calle, me dicen: «¡Qué mala más linda!». Me quieren, quizá porque ver a un malo relativamente lindo es bárbaro." Macedo describe a su personaje como un ser sumamente ambicioso y frío. "Es creída, soberbia y egoísta. La estoy matando ¿no?, pero ella me mataría a mí sin dudarlo. Es un personaje para odiar, pero tiene escenas en las que llora con su hijo y ahí uno se compadece. Me presenta una paleta más rica; me permite jugar. Yo la siento mía, pero si Isabel fuera parte de Serena, no me atrevería a decir las atrocidades que ella dispara." Para Macedo, el rol de villana no es ninguna novedad. Ella le puso el cuerpo en Floricienta a Delfina, una de las malvadas más fieles al estereotipo de los últimos tiempos. "Serena no tiene nada que ver con Delfina. La segunda cantaba cuando hablaba y cada mirada, cada entrada y salida suyas eran como una coreografía. Cuando actuaba en Floricienta , los chicos lloraban si me acercaba; era un drama."

La diva ambiciosa. Gloria Carrá es Blanca en Patito feo , una mujer con aires de diva, madre de una de las niñas más virulentas de la televisión juvenil, la capitana de "las divinas", Antonella (Brenda Asnicar). Blanca hará cualquier cosa con tal de captar la atención y el dinero de Leandro (Juan Darthés), hasta mirar con cariño a su antagonista Carmen (Griselda Siciliani). "Me encanta el personaje porque está bastante loca y haría cualquier cosa por estar cerca de Leandro. Al principio, ella sólo quería quedarse con su dinero, pero después se enamoró. Se contradice mucho y miente. Ahora se hizo amiga de su mujer [Griselda Siciliani], pero en cualquier momento vuelve al ataque. Me gusta cuando es mala mala; me divierte más", dice Carrá. "Todos tenemos algo de malos; sólo hay que escarbar y también jugar un poquito. No juzgo a Blanca, la verdad es que la terminé queriendo."

La asesina serial. Virginia Lago, que moldea a la perversa Nené en Mujeres de nadie -que se emite por Canal 13-, asegura que su personaje debería terminar en la cárcel o en un psiquiátrico. Nené lleva su maldad más allá de las clásicas villanas: hasta la muerte. "No es una mujer normal. Tiene una obsesión enferma por su hija. Es una asesina serial y un personaje riquísimo, que abordo desde el lugar del humor", destaca Lago, más acostumbrada a los personajes sumisos y a las heroínas.

"Está desesperada y su instinto le dicta matar a todo lo que entorpezca el amor enfermo que siente por su hija Virginia [Laura Novoa]. En la calle, me llaman Nené y me quieren. Creo que se generó una complicidad con el público. Es divertidísimo", cuenta la actriz que estrena las garras de malvada. Al salir del estudio de grabación, se despega del personaje. "No voy a salir a matar gente por ahí", aclara Lago que dotó a su personaje de tics nerviosos y manías. "Se toca todo el tiempo la oreja. Cuando está molesta, los ojos le titilan fuerte y, ahora, agarra el bastón para amenazar", describe.

La perversa precoz. Entre implantes con microchips y corporaciones secretas se desenvuelve el personaje que compone Manuela Pal en Casi ángeles , la tira de Telefé que causa furor entre los adolescentes. "A Franca me la imagino como un gato negro agazapado, de esos que salen con las garras de noche y que de día dan ganas de acariciarlos", cuenta la actriz que le pone el cuerpo a la perversa joven, empleada de la Corporación Cruz, desde donde su jefe le ordena atormentar a los TeenAngels. "Ella disfruta de matar a un chico, secuestrar a otro, de implantar microchips para tenerlos identificados", detalla Pal. Franca es otra de las villanas que exagera con el delineador. "Es un personaje totalmente siniestro, pero también tiene una sensualidad y una dulzura con la que engañó a todos, haciéndoles creer que era buena", describe, y agrega que los adolescentes "se enganchan" con la onda del personaje. "Armaron un fotolog que dice: «Si no me firmás, te implanto». Los más chicos, en cambio, no se me acercan; huyen para sacarse fotos con los TeenAngels."

La madama oscura. "Nunca dejes para mañana lo que tus enemigos pueden hacer hoy", recomienda Nacha (Virginia Innocenti) a los jefes responsables de mantener a flote la red de trata de blancas, antes liderada por el maquiavélico Astor Monserrat (Jorge Marrale). El intrincado personaje que Virginia Innocenti compone en Vidas robadas , que salta de víctima a victimario en un mismo capítulo, tiene un pasado más que oscuro y un futuro negro.

Con un fino y largo cigarrillo en mano, y desde el sillón que antes ocupaba Astor, ella maldice, grita y da instrucciones. Con su antecedente de madama-proxeneta, Nacha sabe cómo funciona la organización. Ella, que antes merodeaba alrededor de Astor, sirviéndole el whisky y rogándole que resolviera ciertas cuestiones para que no saliera todo a la luz, ahora toma las riendas. En los momentos de mayor desesperación, que son los que abundan en esta novela policial de Telefé que no da respiro, Nacha aprieta su rosario y su boca en un gesto de exasperada tensión. El personaje de Virginia Innocenti es el de una villana que de repente siente culpa, quiere cambiar y alejarse de esa vida que entierra y corrompe a las más jóvenes, pero, como se repite en cada una de las antagonistas, la ambición es más fuerte.